Un León cerca del corral.
Por FELIX BETANCES
A 57 años de haber sido eliminada la tiranía Trujillista que aplastó al país por más de
treinta años, cualquiera pudiera pensar que estaríamos en un plano diferente,
dentro de lo que aquí se ha dado por llamar “Democracia” y que no ha sido más
que el cambio de algunas cosas por otras; algunas menos malas y otras que habría
que detenerse a pensar para ver si realmente se puede decir que mejores.
Basta con ver que hemos tenido durante ese periodo, unos
siete presidentes en un espacio en el que debimos tener cerca de catorce, lo
que significa que quienes nos han gobernado, han entendido que “el poder”, era
una herencia que les habían dejado sus progenitores.
Sin embargo, vivimos en un pueblo que contrario a lo que debía
exhibir, ha mostrado que en materia política ha avanzado muy poco, donde unos
dos o tres se han llegado a creer que son las últimas Coca Colas del desierto,
como dice un viejo amigo e ignorando quizás a propósito, que ese antagonismo lo
único que hace además de desnudarlos, es colocar al país al borde de un futuro
incierto, que nadie quisiera vivir.
Se vive un vergonzoso troglodismo, en todos los partidos políticos dominicanos,
como si fuese una combinación preconcebida: (PRD, PRSC, PRM y PLD).
El peor situado hasta el momento es el PLD, con casi 20 años
ejerciendo el poder, en el cual se nota una discrepancia profunda en su
liderazgo, capaz si las cosas no cambian, de hacerlo salir del poder en las próximas
elecciones del año 2020.
Las manifestaciones alrededor del Presidente Danilo Medina
por parte de sus más cercanos seguidores, dejan entrever que es irreversible su
disposición de buscar una nueva reelección, cueste lo que cueste y a pesar de
los pesares; mientras que por otro lado se presenta el expresidente Leonel Fernández,
quien también busca ciegamente el camino hacia un cuarto mandato.
En consecuencia y a juzgar por las “indisimuladas”
manifestaciones de la gente que está en el poder; todo parece indicar que el
doctor Fernández está siendo llevado hacia un corral político, del cual le sería
muy difícil salir; a menos que no sea para otro corral.
Esperemos, que aun falta más…
1 Comentarios
Excelente
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