La capital haitiana permanece prácticamente paralizada tras las multitudinarias protestas del domingo en contra de la corrupción y la impunidad que dejaron varios muertos y en las que grupos opositores pidieron la renuncia del presidente Jovenel Moise.
Pese al llamado del Gobierno para que la población reanude sus actividades, la mayoría ha optado al igual que el lunes por permanecer en sus casas.
La Policía informó ayer que en las protestas del domingo fallecieron tres personas, sin embargo, de acuerdo a los organizadores, se registraron al menos 11 muertos. Medios locales informaron que esta misma situación de paralización se repitió este martes en varios departamentos del país tras la protesta del domingo convocadas para exigir al Gobierno que aclare el manejo supuestamente fraudulento que se hizo de los fondos de Petrocaribe
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