Por July Betances Matos.
Hace unos días el Ministro de Educación expresó que mientras
él esté frente a este ministerio, nadie obtendría el título de bachiller, de no
saberse el Himno nacional completo. Es penoso que esta sea la expresión de un
ministro, porque, aunque son importantes los símbolos patrios, el hecho de
conocerlos, no garantiza la calidad de un buen estudiante de término y mucho
menos en nuestro país.
Hay muchos bachilleres, y yendo más lejos, universitarios hasta con maestrías, que no saben escribir bien la palabra: “Himno Nacional”; por decir algo.
Entonces Señor Ministro, creo que el enfoque debe ser:
a) que nadie reciba el título adoleciendo de tener faltas
ortográficas imperdonables, b) que nadie lo reciba, de no saber realizar un
buen análisis reflexivo, c) que a nadie
se le otorgue, de no tener buena coordinación y adecuada entonación en la lectura; d) que nadie lo
reciba de no tener conocimientos de cultura general relativa, que por cierto
nos falta mucho porque en las escuelas solo de Trujillo se habla mucho.
Saberse el Himno, sin tener la capacidad de análisis
profunda, conlleva a incrementar el nacionalismo estúpido, a desvirtuar las
palabras que en su momento quisieron expresar los Padres de la Patria y eso en
manos incorrectas es peligroso.
En países más desarrollados no es obligatorio saberse el
Himno para ser buen ciudadano o ciudadana, lo que importa es, no quedar como un
ignorante con baja educación escolar ante una discusión, cosa que hoy es muy
frecuente en nuestros estudiantes.
Incluso, muchos políticos conocen el Himno Nacional, juran
sobre los símbolos patrios, pero le roban al pueblo descaradamente.
Saber de ciencias, matemáticas, historia y sobre todo, el
correcto uso de la lengua española, hará que cualquier bachiller que se sepa o
no el himno, no escriba: “Pol fabol”,
Grasias, etc.,etc, etc.
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