Según Robert Nocholson, abogado de la compañía, Worlwide Capital Lending Group tenía entendido que el dinero era para financiar el reemplazo del mandatario con un líder interino en una transición pacífica del poder.
“Mi cliente no tuvo nada que ver con el asesinato. En ningún momento hubo discusión o sugerencias de un plan que involucre un derrocamiento violento del Gobierno haitiano o el asesinato del presidente”, declaró al diario Miami Herald y al MacClatchy Washington Bureau.
El contrato establecía que a los inversionistas se les pagaría con activos haitianos después de que Christian Emmanuel Sanon, el médico hatiaino-esadounidense detenido en Haití, asumiera el cargo. Sanon es señalado como autor intelectual de la muerte del mandatario.
“El plan general requería que Sanon pagara a los prestamistas e inversionistas con activos haitianos después de que el médico asumiera el cargo de presidente interino”, dijo.
Nocholson sostiene que las discusiones que tuvieron lugar con el médico se relacionan con la búsqueda de mejorar las condiciones de vida en Haití a través de proyectos de obras públicas y la mejora de las condiciones políticas, sociales y de seguridad de Haití.
Walter Veintemilla negoció los financiamientos con Sanon, así como con CTU Security, cuyo presidente es Antonio “Tony” Intriago, venezolano que también se investiga. A CTU Security se le señala como la compañía que contrató a los mercenarios colombianos, de los cuales 18 están detenidos, tres murieron tras la ejecución del crimen y otros están prófugos. Por el magnicidio también están detenidos agentes de parte de la seguridad de Moïse y dos estadounidenses de origen haitiano.
Veintemilla conoció a Sano a través de Intriago. Después de conocerse realizaron varias reuniones, de las que de una de ellas hay imágenes suministradas por las autoridades haitianas, específicamente de un encuentro que se hizo el 12 de mayo en el Tower Club en Fort Lauderdale.
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