PUERTO PRINCIPE.- Las autoridades de Haití han indicado este viernes que cerca de 4,3 millones de personas se encuentran en un estado de inseguridad alimentaria grave, el nivel previo a la hambruna, en medio de la grave crisis política, económica y humanitaria que atraviesa el país caribeño.
La Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria (CNSA) ha resaltado en un informe publicado a través de su cuenta en la red social Twitter que 4,36 millones de personas, el 46 por ciento de la población analizada, se encuentran en fase 3 en la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria.
El organismo ha apuntado además que 1,3 millones de personas, el catorce por ciento de la población analizada en el estudio, se encuentran en situación de urgencia, mientras que cerca de tres millones se encuentran en situación de crisis.
De esta forma, ha manifestado que cinco de las 32 zonas estudiadas se encuentran en estado de urgencia –la parte central de los departamentos de Sur y Nippes, la parte sur de Noroeste, y la parte norte de Centro, y la barriada de Cité Soleil, en la capital, puerto Príncipe–.
Los datos, que corresponden al periodo entre marzo y junio de este año, muestran una tendencia alarmante, en comparación con los cuatro millones registrados entre agosto de 2020 y febrero de 2021, los 4,1 millones entre marzo y junio de 2020, los 3,7 millones entre octubre de 2019 y febrero de 2020, y los 2,6 millones entre marzo y junio de 2019.
El organismo ha alertado además de que sus proyecciones apuntan a que entre marzo y junio de 2022 podría haber 4,6 millones de haitianos en situación de inseguridad alimentaria grave, con una necesidad «urgente» de ayuda.
En este sentido, ha recordado que «Haití es el país más pobre del Caribe y uno de los más afectados por la inseguridad alimentaria a nivel mundial, con cerca del 60 por ciento de la población viviendo en situación de pobreza».
Asimismo, ha hecho hincapié en que la cifra de personas en inseguridad alimentaria grave «casi se ha duplicado» desde 2018 «a causa del declive económico, la mala producción, la inseguridad y las catástrofes naturales».
El organismo ha apuntado además que el asesinato en julio de 2021 del presidente del país, Jovenel Moise, «ha arrastrado a Haití a una crisis política más profunda, dejando un vacío de poder e incitando a la violencia de las bandas».
Además, ha resaltado que el Banco Mundial ha explicado que la economía haitiana se ha visto golpeada por «múltiples shocks» desde mediados de 2018, entre ellos la pandemia de coronavirus, mientras que el aumento de la violencia ha provocado el desplazamiento de «cientos de familias» y ha complicado la entrega de ayuda humanitaria.
A esta situación se suman las recientes catástrofes naturales, incluido el terremoto de agosto de 2021 y el paso pocos días después de la tormenta ‘Grace’. El país sufrió además un devastador terremoto en 2010 que causó la muerte de más de 200.000 personas y enormes daños materiales.
«La inseguridad, la mala producción, las catástrofes naturales y la inflación son los principales motores de los niveles actuales de inseguridad alimentaria grave. La violencia de las bandas ha complicado la entrega de respuesta humanitaria ante la crisis alimentaria», ha zanjado.
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