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Cuándo es merecida o justa una pensión y cuándo no

 



Por Félix Betances

LA pensión es un retribución económica que se otorga en principio a trabajadores o servidores tanto en el sector público como en el privado, por razones pertinentes, llámese accidentes o enfermedades, diferenciándose así de las jubilaciones, que se alcanzan por antigüedad en el servicio o por alcanzar la edad límite, según lo establecen las leyes.

El pensionista o pensionado, se inhabilita para seguir laborando mientras duren las causas que la provocaron, cosa que podría ser de por vida, de no llegarse a superar las mismas.

En nuestro país, existe otra modalidad de pensiones, que son las llamadas “humanitarias” y que se otorgan a personas a través de Estado, hayan sido servidores o no (públicos o privados).

Este tipo de pensiones, a las que debería llamárseles de otra forma, son otorgadas facultativamente por el Presidente de la República, atendiendo a criterios previamente evaluados aunque en la mayoría de los casos, basta con que la o las personas favorecidas, les caigan bien a alguien; pues de no ser así, tendríamos pensionadas a mucha gente que anda por ahí cayéndose a pedazos.

Recientemente, el Presidente Luís Abinader otorgó varias pensiones entre ellas muchas merecidas a todas luces, pero otras seriamente cuestionadas, por las personas de quienes se trata.

Entre las más recientes se encuentra la otorgada a la señora Nelly Josefina Flores (Doña Fifa), viuda del “Icono del merengue”, Johnny Ventura por un monto de 75 mil pesos y que de hecho, es la que más ha llamado la atención.

Muchos se preguntan: ¿Necesita realmente esa señora o esa familia ese apoyo económico?. Si lo necesita, el mismo es más que justo, pero si no lo necesita realmente, entonces sería como aceptar una especie de humillación que no se correspondería con su posición social.

En este caso, la  más  llamada a definir la situación es la propia persona a quien ha sido otorgada dicho apoyo a nombre propio o en el de su familia dejando entrever si realmente la familia lo necesita (al menos por el momento) y de lo contrario, no recibirla, agradeciendo al Presidente su disposición de ayuda.

Las cosas son merecidas y justas cuando verdaderamente se necesitan, de lo contrario, sobreabundan y se convierten en “indignas”.

Creemos que antes de satanizar las cosas, es necesario conocer las interioridades de cada caso ya que a veces, la apariencia engaña. No hay que olvidar que el que paga la fiesta, siempre tendrá la razón.

Si no se transparentan las cosas, siempre existirán las dudas y corresponde a la familia, si es que así lo desea, pues no están obligados, demostrar si es justa o no esa pensión.

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