Por Jonás Guevara (Cta. De Facebook)
Sé que se puede cambiar, pero para que eso pase, los
profesionales y estudiantes, deben ser más exigentes con ellos mismos y ser a
la vez, más exigentes con sus compromisos y a la vez con sus profesores.
No avanzamos, porque a muchos les encanta cuando el maestro
llega tarde, cuando el profesor no deja tarea,
les alegra cuando hay días libres, días de fiestas.
En la mayoría de los casos, les temen a los libros, temen invertir 3 ó 4 mil pesos en un curso para su crecimiento y por eso, tenemos tantos profesionales a medias.
En tal sentido, cuando
un empresario paga más de 7,000 pesos a un profesional, cree que le está
pagando un “sueldazo” y en consecuencia, lo explota y en muchos casos, hasta lo
trata de manera indebida.
El profesional de hoy
debe preocuparse en invertir en sí mismo, elevando su capacidad y su calidad y
así ponerse en condiciones de poder exigir el pago justo por sus servicios
demostrando así, que no sería un servidor más del montón.
Como profesional de
este tiempo, debes preguntarte: ¿Cuándo hiciste el último curso de
reforzamiento y actualización?, ¿Cuándo fue la última vez que invertiste 100
horas estudiando un tema o cuando gastaste por última vez, más de 300 pesos en una capacitación?.
No puedes exigir al otro sin dar tú primero. Nunca podrás
exigir buenos sueldos y un trato justo, si no estás debidamente capacitado. En educación
nunca se gasta sino se invierte.
¡Despierta, capacítate cada vez más, esfuérzate por ser cada día
mejor y así tendrás el derecho de exigir una mejor valoración.
Si avanzamos poco, es porque todavía hay entre nosotros
quienes no invierten cinco mil pesos en una buena capacitación, pero pagan
siete y ocho mil, por un servicio de bebidas en un lugar cualquiera.
Suena feo, pero es una realidad que tenemos que cambiar, para
bien de todos.
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