Por: Miguelina Ruiz Feliz
Barahona, R.D.
Preocupada por el acontecer de los últimos tiempos, me veo en
la imperiosa necesidad de compartir con ustedes “valiosos colegas”, mi sana
sugerencia, a fin de que entre todos, podamos corregir y evitar que se repitan situaciones
como las que leeremos a continuación:
El maestro de Higüey que supuestamente mató la alumna, la
maestra con el Onlyfans y la publicación de supuestas fotos de alumnas, ahora
el maestro de la vega y la supuesta relación con un alumno, entre otras cosas.
Estas manzanas que han salido, supuestamente dañadas, están haciendo ver nuestra hermosa profesión como una vagabundería... a cada rato leo "los maestros esto", "los maestros lo otro".
Colegas, en especial los de nuevo ingreso, todos entendemos
que ustedes tienen su vida propia, sus gustos y sus costumbres pero, cuando
esos gustos y costumbres chocan con la profesión, traten de, si no dejarlos;
por lo menos controlarlos y sobre todo, alejarlos de los alumnos o del entorno
donde ejercen sus funciones.
Hay que parar esto, pues están desacreditando nuestra hermosa
profesión. Y saber que cuando un Barco se hunde, no solo se ahogan los que provocaron
su hundimiento, sino todos los que viajan a bordo.
Es tarea de todos, respetar la integridad de niños, niñas y
adolescentes así como, elevar nuestra personalidad y en conjunto, rescatar la
imagen de nuestra escuela y de nuestra clase que en los últimos tiempos se han
visto con serios cuestionamientos.
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