Por: Félix Betances
Es innegable que la llegada de un nuevo negocio ampliado como
lo es el recién inaugurado en Barahona, viene a llenar un hueco que desde
siempre se había sentido en el comercio local.
Ese vacío consistía en la falta de visión del comerciante local, el cual no se preparó para ofrecer al usuario, la calidad exigida en una variedad de productos con actualidad, pero peor aún, la deficiente atención al cliente que tanto se ha reclamado, a lo que nunca se dio respuesta, donde todo parece indicar, que había un endiosamiento por parte de los dueños de negocios, con muy raras excepciones.
Mientras tanto, es bueno decir que los nuevos negocios que entran a la competencia, no vienen a darle nada a nadie y en muchos casos, ni siquiera traerán precios por debajo de los existentes en otros lugares, aunque si ofrecerán más opciones.
En cambio, la mayor importancia que tiene la llegada de otras
opciones y esto, lógicamente ira en beneficio de todos los usuarios o adquirientes,
es que obligará al comerciante del área, el cual lucía dormido en sus laureles,
a tener que reingeniarse, a tener que actualizarse, a aprender a unirse como
clase, para poder brindar un servicio de calidad, capitalizando las buenas
atenciones y el ajuste de precios, para poder ser competitivo; es decir,
brindar un servicio con valor agregado, dentro de lo que demandan las
circunstancias y los nuevos tiempos.
Tienen que pensar en parqueos, en servicios de baños y
brindar servicios personalizados, donde el propietario, no solo se quede
sentado en un asiento como si el negocio no es de él; agregando a esto, un
trato más humano a su empleomanía, entre otras cosas.
Ahora bien, los que no estén en capacidad o disposición de
acogerse a esos cambios, lo mejor sería que lo piensen a tiempo y se retiren ya
que así, evitarían perder sus capitales.
¡El reto está echado a ver si aprenden a nadar como las Lisas
y los Tiburones porque de lo contrario, los ahoga y se los come la…
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