Puerto Príncipe, 2 mar (Prensa Latina) - La situación en Haití continúa siendo alarmante, con pandillas que mantienen la tensión y el pánico en varios puntos de la capital. En las últimas horas, cuatro policías perdieron la vida y dos subcomisarías fueron incendiadas.
El Sindicato Nacional de Policías Haitianos informó a través de la red social X que los delincuentes lanzaron un ataque contra la subestación de Bon-Repos, resultando en la trágica pérdida de Marion Junior, Pierre Luciana, Jean Baptiste y Pautrace Resula.
Cuatro agentes resultaron heridos en el ataque, y un vehículo policial fue incendiado por los agresores.
Cerca del aeropuerto internacional Toussaint Louverture, los pandilleros abrieron fuego contra un agente, quien recibió tres impactos de bala y está siendo atendido en un centro médico.
En el área de Portail Léogâne, un grupo armado incendió una subcomisaría. Afortunadamente, los efectivos policiales estaban fuera del recinto cumpliendo misiones, por lo que no hubo bajas, según informó el diario Le Nouvelliste.
Las bandas criminales mantienen aterrorizados a los habitantes de varias barriadas, buscando expandir su influencia para poder extorsionar a comerciantes y transportistas.
Recientemente, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que la intensidad de los enfrentamientos, en ocasiones prolongados durante varias horas, sugiere un reciente suministro de municiones a algunas bandas.
Los residentes de las zonas controladas por estos grupos son blancos directos de los ataques, con el uso continuo de la violencia sexual contra mujeres y niñas como táctica.
El informe del organismo condenó la difusión de fotos y vídeos espantosos de personas asesinadas y mujeres violadas en las redes sociales locales como herramienta para sembrar el miedo.
El impacto de esta ola de violencia en los niños sigue siendo especialmente preocupante, con 167 menores asesinados o heridos por disparos en 2023, algunos de ellos ejecutados por las bandas, lamentó el organismo internacional.
El reclutamiento de menores por parte de las pandillas sigue
siendo una preocupación extrema, según el representante de la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
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