Santo Domingo.
Se vislumbra la posibilidad de un notable abstencionismo en las próximas elecciones en República Dominicana, lo cual ha despertado preocupación en los círculos políticos. En las elecciones municipales de febrero, solo acudió a votar el 46,7 por ciento de los convocados, lo que ha encendido las alarmas.
Aunque la campaña electoral sigue intensificándose a pocos días del inicio de la veda electoral el 16 de mayo y de los comicios programados para el 19, las cifras actuales son motivo de preocupación para las autoridades de los nueve partidos políticos representados en el próximo proceso para elegir presidente y congresistas.
En las elecciones de 2020, el presidente saliente Luis Abinader y su compañera de fórmula, Raquel Peña, ganaron con el 52,52 por ciento de los votos válidos, pero la abstención alcanzó el 45 por ciento, la más alta en los últimos 25 años, en parte debido a la pandemia de Covid-19.
La pregunta que surge ahora es si en condiciones normales podría repetirse una situación similar.
OPINIONES DE ESPECIALISTAS
Según los especialistas, existe un alto grado de desconfianza por parte de la ciudadanía hacia los aspirantes políticos, quienes suelen prometer cambios significativos durante sus campañas, pero luego no los cumplen durante sus mandatos. Una reciente investigación de la Encuesta Barómetro de las Américas reveló que el 62 por ciento de la población dominicana expresa desconfianza en la clase política.
OPINIÓN DE ABINADER
El presidente Abinader, quien busca la reelección por el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), parece menos preocupado por estas cifras. Según él, el nivel de abstencionismo no es tan alto como algunos sectores alarmados plantean. Abinader señaló que al calcular el porcentaje de abstención no se tuvo en cuenta a los inscritos en el extranjero, quienes solo pueden votar por el presidente, su vicepresidente y los legisladores. De manera optimista, Abinader explicó que, teniendo en cuenta este factor, el porcentaje real de abstención sería del 48,2 por ciento, en lugar del 53 por ciento reportado por la Junta Central Electoral (JCE).
EL PROBLEMA DEL ABSTENCIONISMO
Según el diario El Día, el problema del abstencionismo radica en la actual configuración de los procesos electorales, especialmente desde que en 1996 se separaron las elecciones municipales de las congresuales y presidenciales. A partir de entonces, las elecciones municipales coincidían con las congresuales cada cuatro años, hasta que en 2010 se estableció un período de seis años para ambos niveles de gobierno. Sin embargo, en 2016 se volvieron a celebrar elecciones para los tres niveles de gobierno, y la abstención fue del 31 por ciento, más alta que en las elecciones presidenciales de 2012 (28 por ciento).
El diario señaló que la alta tasa de abstención no puede atribuirse a causas naturales o técnicas que impidan el ejercicio del derecho al voto, sino que se debe a razones personales de los ciudadanos.
ANÁLISIS DE EXPERTOS
La socióloga Elsa Alcántara afirmó que existe un desencanto generalizado hacia la política, ya que muchos ciudadanos no perciben diferencias significativas entre los líderes de los diferentes partidos políticos. En su opinión, hay una falta de confianza en que las elecciones puedan generar un cambio político y social significativo.
Por su parte, la psicóloga Maffel Santana, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, señaló que la comunicación con los votantes en los municipios con un gran número de electores es más compleja, lo que dificulta que los candidatos lleguen efectivamente a toda la población. Santana también mencionó la falta de educación cívica en el nivel preuniversitario, especialmente en lo que respecta al ejercicio de la ciudadanía y los valores democráticos, como un factor que influye en las decisiones políticas de la sociedad.
DEFICIENCIAS DE LAS AUTORIDADES MUNICIPALES
Los analistas consideran que las autoridades municipales carecen de recursos suficientes para atender las necesidades de sus comunidades, ya que el presupuesto asignado suele ser insuficiente para sus funciones. Además, la centralización de las decisiones y políticas públicas por parte del gobierno nacional limita la capacidad de acción de los líderes municipales en la solución de los problemas locales.
CONCLUSIONES
El resultado de las elecciones del 19 de mayo podría depender
en gran medida de la capacidad de los partidos políticos para movilizar a sus
electores habituales y atraer a aquellos que han dejado de votar en los últimos
años. Sin embargo, con el cierre de la campaña el 16 de mayo, queda poco tiempo
para influir en la decisión de los votantes, lo que hace que el resultado de
los comicios sea aún incierto.
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