Raúl Alejandro Girón Jiménez, testigo clave del Ministerio Público en el caso Coral y Coral 5G, proporcionó un relato detallado de cómo se involucró en el esquema de corrupción que se remonta al año 2005, cuando trabajaba como asistente de nóminas en la Dirección Central de Policía de Turismo (Politur).
En su declaración ante el tribunal, el mayor del Ejército de la República Dominicana explicó que, con la llegada de Rafael Núñez de Aza como gerente financiero, fue trasladado a una agencia de cambio en la avenida San Martín, donde conoció a la imputada Rossy Guzmán. Girón destacó que el origen del caso Coral se remonta a su trabajo en este entorno.
Girón aclaró que nunca manejó los fondos de manera individual, sino en colaboración con otras personas de Politur. "Quiero dejar esto claro, porque se ha intentado decir que he actuado solo. Nunca he gestionado esto de forma individual, sino junto con otras personas, incluyendo a Erinson Bren Rosario, a quien llamábamos cabeza recolectora, y otros miembros del departamento financiero. Siempre que había que entregar dinero, lo hacíamos en conjunto con Rafael Núñez", afirmó.
El testigo explicó que, con el crecimiento del esquema, el dinero recaudado se utilizaba para cubrir necesidades personales de Núñez de Aza y de la gerente financiera de turno, Nurys Lantigua. A medida que el entramado se expandía, la cantidad de dinero también aumentaba y se destinaba a gastos personales.
Girón también detalló que Nurys Lantigua se encargaba de solicitar préstamos en el banco BHD, y él tenía la tarea de pagarlos. Estos préstamos se mantuvieron desde 2010 hasta 2021, cuando se desmanteló el entramado.
Además, Girón describió sus funciones, que incluían el pago de honorarios a Rafael Suárez, un constructor vinculado a Núñez de Aza, y la compra de una camioneta para el constructor. También mencionó la compra de celulares de última generación, que se adquirían en grandes cantidades a solicitud de Núñez de Aza, y la inversión en la compra de equipos para un equipo de softbol con el objetivo de obtener una visa estadounidense.
Otro aspecto importante que mencionó fue la venta de "especialismos". Girón relató que esta práctica, iniciada por Núñez de Aza, consistía en pagar RD$100,000 para incluir a una persona en la nómina y que cobrara un sueldo especial. A pesar de las reuniones con altos oficiales para abordar el problema, la venta de especialismos continuó.
Finalmente, Girón señaló que era responsable de realizar
pagos para vehículos de lujo adquiridos por Adán Cáceres y Juan Carlos Robiou,
así como de autorizar fondos para Juan de los Santos Viola y el hermano de Juan
Carlos Torres Robiou.
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