CARACAS.
El sábado, la Unión Europea reiteró su llamado al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela para que publique las actas de las elecciones presidenciales del 28 de julio y permita una verificación independiente que asegure el respeto a la voluntad del pueblo venezolano.
Josep Borrell, alto representante del bloque europeo, manifestó en un comunicado que, hasta el momento, las autoridades venezolanas “no han proporcionado la evidencia pública necesaria” para evaluar los resultados de las elecciones en las que el CNE declaró a Nicolás Maduro como ganador.
Según el CNE, Maduro obtuvo 6,4 millones de votos y su adversario, Edmundo González, recibió 5,3 millones. No obstante, la oposición sostiene que ha recopilado datos de más del 80% de las 30.000 máquinas de votación electrónica, que sugieren una victoria para González.
RECHAZO DEL TSJ
La UE se unió a la creciente presión internacional que exige transparencia en el proceso electoral y rechaza la certificación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que el jueves validó los resultados del CNE a favor de Maduro, quien ha solicitado una auditoría. Varios organismos internacionales han cuestionado la independencia del TSJ, compuesto por funcionarios cercanos al régimen.
Borrell subrayó que “solo se aceptarán y reconocerán resultados completos y verificables de manera independiente” que aseguren el respeto a la voluntad popular del pueblo venezolano, según el comunicado.
DATOS TRANSPARENTES Y VERIFICABLES
Los gobiernos de izquierda de Colombia y Brasil, aliados cercanos de Venezuela, también se pronunciaron y expresaron su convicción de que la credibilidad del proceso electoral solo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables. Ambos países han iniciado una mediación diplomática para promover la transparencia del proceso y reiteraron su disposición a “facilitar” un acuerdo entre las partes, según el comunicado conjunto.
María Corina Machado, principal promotora de González y líder de la oposición, ha instado a la comunidad internacional a reconocer lo que considera una victoria contundente de González y a presionar al gobierno para que acepte estos resultados, como destacó en un mensaje publicado en la red social X.
REACCIÓN DEL GOBIERNO VENEZOLANO
El gobierno venezolano rechazó las declaraciones de Borrell y acusó su conducta de ser “intervencionista”. En un comunicado de la cancillería, expresó que el “irrespeto continuado” a la soberanía de Venezuela por parte de la UE podría “afectar significativamente” las relaciones diplomáticas, políticas y económicas.
Respecto a las actas difundidas por la oposición que sugieren una victoria para González, el gobierno venezolano las calificó de “forjadas”.
DENUNCIAS DE INJERENCIA
El gobierno venezolano exigió a la Unión Europea abstenerse de emitir comentarios sobre asuntos internos del país.
En los días previos, 10 países latinoamericanos y Estados Unidos rechazaron de manera categórica el fallo del TSJ y solicitaron una auditoría imparcial. La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos también protestó, alegando que validar los resultados del CNE basándose en la sentencia del TSJ equivaldría a convalidar un fraude electoral.
Incluso el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador,
uno de los principales aliados de Maduro en la región, indicó que su gobierno
esperará a la publicación de las actas electorales por parte del CNE antes de
decidir si reconoce a Maduro como ganador.
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