Por: Félix Betances.
Una simple revista a la historia política entre República Dominicana y Haití, es suficiente para conocer que a lo largo de décadas, se han realizado miles de diálogos en diferentes épocas y en distintos escenarios, ninguno de los cuales ha conducido a nada.
El fracaso de tales “habladeras”, ha sido evidente en razón de
que en ninguna de las mismas, ha habido una planificación objetiva y consciente
que defina los fines perseguidos, los cuales determinen en qué grado beneficiaría
a cada una de las partes.
En innúmeras ocasiones, mientras se conversa en algún escenario, de repente aparecen grupos a los que no les interesa nada organizado, haciendo de las suyas, realizando acciones totalmente divorciadas a los propósitos de dichas conversaciones.
Hay que entender que resulta cuesta arriba, llegar a acuerdos
con un país que carece de autoridades legalmente constituidas y que quienes
ostentan el poder, son producto de acuerdos y que a veces duran menos en los
puestos, que lo que dura un puño de agua tomado en las manos.
Es oportuno reconocer que las fallas no han estado solo del
lado haitiano, sino que también se han cometido fallas imperdonables por parte
de las autoridades dominicanas. Basta
recordar aquel dialogo sostenido entre los presidentes Danilo Medina y Michel
Martelli quienes duraron dos días reunidos en Haití y que luego, Martelli le
devolvió la visita, sosteniendo un encuentro de tres días en el Aeropuerto María
Montez de Barahona, dejando a la población sin conocer lo tratado durante todos
esos días.
También recordar que en otra ocasión, mientras autoridades de
ambos países buscaban solucionar una situación con el intercambio comercial
ante una dificultad que había surgido, los haitianos aparecieron por otro do,
impidiendo la entrada de los productos dominicanos y aplicando varias
restricciones y aumentos arancelarios.
La situación actual no es diferente, sin embargo, todo parece
indicar que aquí hay gente que no aprende a caminar por más que tropiece.
El nuevo Primer Ministro de Haití Alix Didier Fils- Aimé ha
solicitado iniciar un diálogo con el gobierno dominicano, sobre lo cual, cabe
hacerse las siguientes preguntas:
¿De qué va a hablar?, ¿qué puede proponer a nombre de un
pueblo que no está bajo su dominio?, ¿creerá él, que podría durar tiempo
suficiente en la posición, como para concretizar un diálogo, en un país donde
se acuestan de un lado y al día siguiente, fácilmente podrían amanecer de otro
lado?.
Pero lo más sorprendente de todo, es vera las autoridades dominicanas
aceptando ir a ese posible escenario, conociendo a fondo lo que ocurre en el
vecino país y a sabiendas de que no se logrará nada.
¿Será que están durmiendo o que quieren dormir a alguien?.
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