El director de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), general Francisco Osoria de la Cruz, manifestó ayer que ya no es un tema de la institución que dirige limitar la circulación de vehículos de los ciudadanos.
Al referirse al editorial de Listín Diario titulado “La epidemia mortal de las dos ruedas”, Osoria de la Cruz dijo que lo único que pueden hacer como autoridad es cumplir y disponer el cumplimiento de la ley de tránsito.
“Ya eso tendría que disponerlo otro organismo, y de nosotros hacerlo sería violar el derecho a los ciudadanos, recuerden que incluso las motocicletas se utilizan como medio de transporte y la Digesett no puede limitar a ningún ciudadano de que no transite en motocicletas”, explicó el director de Digesett.
“Eso no es competencia de nosotros, nosotros como autoridades lo único que tenemos que hacer es cumplir la ley, hacer lo que la ley lo permita, de no hacer eso, entonces estaríamos violando la ley”, concluyó.
Entretanto, el editorial de ayer de Listín Diario detalló que durante el operativo de Año Nuevo del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), nueve de cada diez muertes en accidentes de tránsito involucraron motocicletas.
Hizo énfasis en que este es un patrón repetitivo “y el Estado parece huérfano o incapaz de darle solución”.
La mayor cantidad de accidentes de tránsito en las
festividades involucró a motocicletas.
Las motocicletas fueron protagonistas de accidentes en
feriados
Asimismo agregó que los motociclistas representan el 52% del parque vehicular y son responsables de un elevado porcentaje de las emergencias médicas en los principales hospitales del país.
“Estos han llegado a destinar más del 60% de sus recursos para atender a víctimas de motocicletas, generando un costo millonario que sobrecarga el sistema de salud y afecta a toda la población”, mencionó.
Destacó que a pesar de estos datos, “las recomendaciones de expertos y autoridades para establecer controles más estrictos sobre las motocicletas han sido desoídas”.
Mencionó propuestas como regular su circulación en horarios
específicos, exigir el uso de cascos protectores y retirar de las vías a
quienes incumplen las leyes de tránsito, pero “han encontrado poca receptividad”.
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