Salir del hogar en una situación urgente que demanda atención médica inmediata, solo para llegar a un centro de salud donde se recibe asistencia bajo condiciones deplorables, es la cruda realidad que enfrentan los pacientes del Hospital Salvador B. Gautier, ubicado en el Distrito Nacional.
Al ingresar a la sala de emergencias, repleta de pacientes, se evidencia la precaria situación, pues algunos son atendidos incluso en los asientos oxidados del área de espera debido a la falta de camas disponibles.
Este es solo uno de los muchos problemas que aquejan al hospital, donde la ausencia de personal de limpieza se refleja en la suciedad, el deterioro general y la presencia de moscas en las instalaciones. Además, el interior del centro presenta signos de moho por las filtraciones, pasillos mal iluminados y pisos desgastados con grietas visibles.
“La estancia en la sala de emergencias es prolongada”, comentó el cardiólogo Fulgencio Severino, quien explicó que algunos pacientes deben permanecer allí hasta diez días debido a la falta de camas, mientras las camillas están ocupadas por otros enfermos.
La falta de mantenimiento y la escasez de suministros médicos agravan aún más la situación, haciendo que cada día sea una constante lucha por brindar atención adecuada. De los diez quirófanos disponibles, seis se encuentran fuera de servicio.
El hospital, inaugurado el 24 de octubre de 1951, que alguna vez fue símbolo de esperanza y sanación, hoy está en un estado de evidente deterioro. Su fachada, antes blanca, ahora está marcada por manchas de humedad, mientras que la pintura se ha desvanecido con el paso del tiempo. Las ventanas y puertas, cubiertas de telarañas, y las rejas oxidadas, dan cuenta de la falta de mantenimiento.
En las primeras horas de la mañana, los pacientes del servicio de urgencias se mostraban desanimados, algunos con miradas perdidas. Por otro lado, los rostros de médicos y enfermeras reflejaban signos de agotamiento.
Promesas incumplidas
Según el cardiólogo Fulgencio Severino, en septiembre de 2023, el Servicio Nacional de Salud (SNS) prometió a los directivos del hospital la entrega de equipos médicos, el suministro de energía eléctrica, personal de limpieza y la remodelación de la infraestructura. Sin embargo, de todas esas promesas, solo se cumplió con la entrega de algunos utensilios médicos. La ausencia de personal de mantenimiento, sin embargo, sigue siendo evidente en todas las salas del hospital.
Falta de planificación
El proyecto de intervención propuesto por el SNS carece, según Severino, de una planificación adecuada. La iniciativa contempla la construcción de siete pisos con el objetivo de remodelar áreas clave como la sala de emergencias, consultas, laboratorios y el archivo, pero no se ha previsto la reubicación de estas áreas mientras se realizan las obras, lo cual dificulta el funcionamiento del hospital.
Recursos externos
Ante la escasez de recursos y servicios funcionales, muchos especialistas han tenido que buscar ayuda externa para poder continuar con su labor. Sin embargo, Severino subraya que estas iniciativas son insuficientes para mejorar la situación. "Es lamentable que el gobierno no haya priorizado el mantenimiento de las infraestructuras", afirmó el cardiólogo, quien enfatizó que antes de que finalice la actual gestión gubernamental, el Hospital Salvador B. Gautier debe ser sometido a una remodelación completa.
Las penurias de los pacientes que atraviesan estas difíciles
circunstancias están personificadas en la señora Polonia Germán, quien padece
anemia falciforme, también conocida como falcemia. Acompañada de un tono
pausado y acongojado, fue vista en la sala de emergencias con un suero
fisiológico en su brazo derecho. Polonia se trasladó desde el sector Santa
Cruz, en Villa Mella, para realizarse unos análisis en medio de las precarias
condiciones que imperan en el centro de salud.
0 Comentarios