Por. Félix Betances
Se puede decir sin temor a equivocarse, que los “Gurúes” de
la investigación tanto nacional como internacional, han fallado en la aplicación
de metodologías y estrategias, en el caso de la desaparición física de la
turista de origen indio Sudiksha Konanki, pese a contar con alguien que más que
ser un testigo presencial, podría definirse como co-protagonista de una escena
no revelada.
No se entiende con claridad, cómo a estas alturas donde se
cuenta con tantos métodos modernos y actualizados de investigación, un caso que
pudiera definirse como “sencillo”, a juzgar por las circunstancias y su
escenario, aun no haya arrojado ni siquiera un indicio que dé pie a ninguna de
las hipótesis planteadas.
“Solo para decir algunas cosas; recordando que habla alguien que no sabe de investigación”:
En vista de que el
joven Joshua Riibe, persona que acompañó a la joven en sus últimos momentos ha
expresado versiones discordantes en los diferentes interrogatorios a que ha
sido sometido, caben algunas conjeturas posibles:
1.
Si
realmente él la habría asesinado para decirlo de alguna manera, es difícil entender
que pudiera hacer desaparecer su cuerpo en tan poco tiempo y en ese lugar ya
que de haberlo dejado en el agua, hubiese sido posible su hallazgo a pocos kilómetros
de distancia, en caso de arrastre por alguna corriente marina.
2.
De
haberlo hecho y enterrado el cadáver, tampoco podría hacerlo a una gran
distancia sin que quedara algún rastro o donde los recursos utilizados no pudieran
encontrarlo, sobre todo, al entrar en estado de descomposición.
3.
De
haber actuado así, es de suponer que no actuó solo sino que habría sido
asistido por alguien vía marítima (un botero, un yolero etc.) quien se llevara
el cuerpo y sepultarlo a cierta distancia, que impidiera su encuentro con facilidad.
¿Se ha pensado en esa posibilidad?.
4.
¿Se
ha planteado la posibilidad, de que esa joven pudiera estar haciendo vida
normal en su país, después de ser asistida por los recursos antes mencionados,
habiendo salido en forma estratégica por alguna causa o razón y que por tanto,
su acompañante no haya querido declarar?.
5.
Es
de estimar que, si su cuerpo habría sido arrastrado por corrientes marinas, pudiera
haber sido deglutido por especies marinas, lo que haría muy difícil su conclusión
y si como habría dicho el joven Riib, él llegó a sacarla del agua, entonces se
verá compelido a tener que decir todo lo que ocurrió y cómo sucedieron los
hechos, además de especificar su último destino.
Por el bien y tranquilidad de todos, es
oportuno que todo quede aclarado y que no haya espacio para pensar que los gurúes
de la ciencia de la investigación, se hayan comido los cordones.
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