Por: Alejandro Santana...OPINION
¡Juzgue usted!. Estos
libros están “guardados”, o están “tirados” sin ton ni son, expuestos a la
humedad y al festín de las carcomas, en
un lugar de Barahona.
Quizás, no estén de acuerdo conmigo pero, creo que hemos
retrocedido.
Qué pena, cuánto dolor, al ver libros tirados en el suelo expuestos a la humedad y al deterioro, y como defensa se alega que están guardados en el lugar, cuando hay una fotos que dicen todo lo contrario; ya el instruirse ha pasado a la historia, ya las Bibliotecas no tienen importancia en quienes nos gobiernan, parece que ellos están más felices ahora, cuando muchos jóvenes que pudieran ser valiosos, la esperanza de la sociedad, se encuentran arrastrándose en puntos de drogas, o causando lástimas en las calles.
Quien lo iba a decir, cuánto ha cambiado la juventud, cómo hemos transitado un camino que al inicio fue de estudios, de progreso, de incidir en el engrandecimiento de la cultura en sentido general en cualquier punto del país.
Cuánto dolor, el ver que hemos involucionado de tal manera, cuando antes andábamos con un libro debajo del brazo, o nos enfrascábamos en discusiones concernientes a la historia a la geografía y demás ciencia del saber.
Tal vez la manera de cómo esta nuestra juventud, les dé más beneficios a los que gobiernan, pues ahora no piensan en cambios, ahora piensan en cómo conseguir 25 centavos para comprar el perico que venden en cualquier barrio, con el "desconocimiento de nuestras autoridades". Qué bonito era cuando nos reuníamos en bibliotecas, en clubes culturales, a hablar del descubrimiento de América, o de los avances que se habían encontrado en laboratorios, ahora solo se habla de cosas insignificantes como: Cuándo nos vamos a dar el siguiente pase y otras cosas; qué lástima.
Recuerdo que en mi juventud, no era común ver a un joven deambular por las calles en puntos de drogas, que ya están en cualquier barrio o en cualquier calle, sin que nuestras autoridades se enteren de que allí funcionan, con sustancias alucinógenas que matan el cerebro y arruinan las esperanzas de un mundo mejor.
Antes podríamos ver a un enajenado deambulando las calles,
hasta que una autoridad se diera cuenta
y lo agarrara y lo llevara para un centro psiquiátrico; hoy abundan en las
calles y para colmo andan libremente, haciendo daños y poniendo en peligro la
vida de los ciudadanos sanos e indefensos.
Hemos retrocedido tanto que ya no nos importa el futuro, ya nuestras autoridades no están en eso; están en conseguir riquezas para acomodar su desvergüenza.
Ya nadie habla de libros, ya pocos recuerdan quien descubrió nuestra isla, ya la generación actual no recuerda que en una ocasión hombres valiosos de nuestro país hicieron una Revolución para salir de una dictadura sanguinaria, ya los que nos gobiernan, no les interesa mantener viva las esperanzas ni los deseos libertarios de los ciudadanos ni de los pueblos.
Soy de los que entienden que si queremos seguir adelante,
debemos rescatar viejas tradiciones nobles, debemos asegurar la incursión de
niños en las escuelas, debemos tener bibliotecas barriales, con libros con
internet y un personal calificado para guiar en el aprendizaje.
Los años más felices
de nuestras vidas fueron cuando jugábamos a la patada del jarro, al topi topi o
al palo encebado, a la gallinita ciega o escuchar LAS RETRETAS EN LOS PARQUES,
O LAS ESTROFAS MAS LINDAS DE NUESTRA PATRIA..EL HIMNO NACIONAL...HEMOS PERDIDO NUESTRAS COSAS MAS
NOBLES Y LOS QUE ESTAN EN EL PODER DICEN QUE NOS GOBIERNAN, CUANDO EN REALIDAD NOS
DESGOBIERNAN..
¡Si esto sigue como va, podríamos asegurar que en un futuro
no muy lejano, tendríamos “GENERACIONES DE SIMPLES DEGENERADOS!....¡POBRE
PUEBLO!!.
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