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MINERD, INABIE y ADP, responsables de lo que pueda pasar en escuelas.



Por FELIX BETANCES.
Mientras por un lado se observa de manera impotente la conjugación de : violación de derechos, abandono de responsabilidades y menosprecio al sector estudiantil más pobre de la población; por el otro lado vemos languidecer y desmayarse de hambre a cientos de niños y adolescentes, que cada día asisten a las diferentes escuelas de Barahona y la Región, los cuales se supone tenían resuelta esa sensible necesidad, tal y como lo dispone la ley que instaura el programa de “Tanda Extendida”, en el sistema Educativo Dominicano.
La mayoría de esos niños al regresar a sus casas, lucen tambaleantes de hambre y sed y lo peor de todo es que al llegar a las mismas, no les espera la solución al problema ya que en la mayoría de los casos, en dichos hogares ya se habían cambiado lo que aunque con grandes sacrificios, era normal.
No tienen los estudiantes bajo ningún concepto, que pagar las consecuencias de la irresponsabilidad ni de quien mutila medalaganariamente el horario escolar en defensa de derechos que muchas veces no saben reclamar, ni mucho menos de un organismo que bajo ninguna condición, va a doblegar a una clase como la representada por la ADP, que han sido históricamente indomables por ninguna autoridad educativa a través de la historia.
No se justifica que el INABIE, deje de enviar el almuerzo a las escuelas, después que esos niños muchos de los cuales, están en pie desde muy tempranas horas del día, hayan agotado un horario de por lo menos cuatro horas de clases; máxime cuando se sabe que las ultimas horas, casi siempre se pierden por falta de aplicación de los talleres previstos.
Si algo debió hacer el INABIE, fue procurar de manera inteligente, que la ADP extendiera las clases por lo menos hasta las doce y media del día y no venir a hacer creer que con esto haría ninguna presión, ya que como se dice en el argot popular: “los borrachos no tienen fuerzas”.
Se hace mandatorio, obligatorio y de aplicación inmediata, la rectificación de esa medida por parte del INABIE, para que vuelva a remitir a las escuelas ese almuerzo escolar que es imprescindible e inaplazable y que es algo que todos pagamos.
También tiene sus responsabilidades “inexcusables”, la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE), quien ha hecho un silencio cómplice, conociendo aun los daños que se están infringiendo a los niños estudiantes. Cabe preguntarse en consecuencia: ¿Cuál es el papel de la APMAE?, de qué están, o están apoyando lo incorrecto?. Jamás debieron quedarse de brazos cruzados o hacerse los desentendidos, ante una barbaridad como esta.
Esperamos que esto se resuelva a la mayor brevedad posible, independientemente de la situación que exista entre ADP y MINERD; de lo contrario, prepárense a sumir las consecuencias.

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