En el distrito municipal de Maguana Arriba, una sección ubicada al norte de la provincia San Juan, sus moradores están a la espera de que se materialice la promesa de construcción del destacamento de la comunidad, el cual ya está en condiciones inhumanas.
La casa donde ahora funciona el destacamento es propiedad de Bienvenido Encarnación, quien la alquiló a la institución por 50 pesos mensuales en el 1972, pero hace algunos años no recibe el pago, por lo que decidió donarlo como un servicio a la comunidad.
Es una sección que exhibe prosperidad por varias razones: sus jóvenes profesionales de diferentes áreas decidieron quedarse a residir allí para levantar su comunidad, los lugareños reciben remesas.
Es un lugar donde la tecnología los arropó por completo con la nueva modalidad de educación virtual, y el destacamento está justo en el trayecto al conocido e histórico “Agüita de Papá Liborio”. Pese a todos estos factores, que podrían considerarse como positivos para la comunidad, la estructura que aloja a los policías luce muy deteriorada.
Las personas que llegan al destacamento de La Maguana por haber incurrido en un delito son amarrados con esposas en cualquier palo porque el destacamento está tan deteriorado que no hay un espacio habilitado que brinde seguridad.
Por contrariedades de la vida, el destacamento cuenta con una camioneta doble cabina y un motor en perfectas condiciones.
El destacamento tiene seis policías que incluye el jefe de puesto para preservar el orden en los sectores de Higuerito y Manguana en medio, arriba y abajo; con una población de aproximadamente dos mil personas.
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