Santiago, RD
Haitianos de clase media alta y baja han comenzado a poner en venta sus propiedades en Haití y están comprando casas y otros inmuebles en República Dominicana, debido a los secuestros, la inseguridad y la inestabilidad social y política imperante en ese país, dijeron empresarios, activistas de derechos humanos y representantes de organizaciones haitianas.
El comerciante Roul Joseph, de Cabo Haitiano, dijo que en su país no hay estabilidad y cualquier persona se expone a un secuestro.
Joseph manifestó que eso está impulsando a muchos de sus compatriotas de clase media alta a mudarse a República Dominicana.
Mientras el comerciante George Montolío indicó que tenía dos tiendas de electrodomésticos y otra de repuestos en Trou Du Nord, pero que una turba le saqueó uno de sus negocios.
Subrayó que decidió cerrar sus establecimientos y comprar una casa en el sector Alto de Rafey, de Santiago, y que en los próximos días contempla instalar sus negocios aquí.
“Estamos desesperados, hay muchos secuestros, mucha inseguridad en Haití, y las protestas no cesan, no hay condiciones para vivir”, se quejó.
El activista de derechos humanos haitiano, Jean Lespinasse, consideró que el Gobierno de su país debe adoptar medidas urgentes para detener los secuestros y la inseguridad ciudadana.
Sostuvo que esa situación está alejando las inversiones en su país y que muchos están emigrando a República Dominicana.
Lespinasse agregó que eso está agravando los niveles de pobreza que afectan a la empobrecida nación caribeña.
Fuentes castrenses comunicaron que la vigilancia terrestre y aérea ha sido reforzada en la zona fronteriza de Dajabón y en el Sur.
Asimismo, comunicaron que los drones que sobrevuelan la zona logran detectar con frecuencia a haitianos que se dirigen al país en peregrinaje.
“Los soldados los apresan, se los entregan a las autoridades de Migración para los fines correspondientes”, enfatizó la fuente.
Con frecuencia, el comandante del Ejército, mayor general Julio Ernesto Florián Pérez, atendiendo instrucciones del ministro de Defensa, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, supervisa los trabajos de los militares en la línea limítrofe con Haití y los exhorta a ser enérgicos, pero actuar apegados a las leyes y respetando los derechos fundamentales de los extranjeros que tratan de entrar al país clandestinamente.
“No hay oportunidades de trabajo, no podemos salir a las calles por la inseguridad y comerciantes están cerrando sus negocios por temor y huyendo a República Dominicana”, enfatizó Paul Pierre, un haitiano que esperaba ser repatriado junto a otros de sus compatriotas tras ser apresados por el Ejército y el Cesfront en la comunidad de El Higüero, en Palo Verde, Monte Cristi.
En ese contexto, agregó que ellos no quieren violar las leyes dominicanas tratando de burlar la vigilancia militar en la frontera, pero que la situación de su país los motiva a hacerlo.
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