Por Félix Betances
Según lo que hemos venido escuchando a trasvés de distintos
medios de comunicación en los últimos días, se hará exigible la presentación de
la tarjeta de vacunación en casi todos los lugares tanto públicos como
privados, para poder permitir el acceso de las personas, como parte del
reforzamiento de las medidas de prevención del covid-19, o coronavirus.
Es cierto que la vacunación no es ni puede ser obligatoria
para nadie, pero sin embargo, si esta exigencia se consolida, sería la mejor
forma de lograr que la ciudadanía responda a algo a lo que muchos se resisten;
unos quizás con razón y otros por simples caprichos.
Basta recordar lo que ocurrió en el caso de la nueva cédula personal y de identidad, cuando se estableció como condición indispensable, para la realización de todos los actos y movimientos legales y de salud, logrando esto que todos los ciudadanos tuvieran que actualizarse.
En tal sentido, consideramos atinada la recomendación de algunas
personas en el sentido de que las personas que completen sus dos inoculaciones
o dosis, plastifiquen su tarjeta de vacunación y las preparen para su uso,
cuando vayan a visitar distintos lugares y los usen tipo un carnet ya que así
se asegura su preservación y su mejor manejo.
Finalmente, sugerir a la población, que acuda a vacunarse ya
que no hay otra forma posible de enfrentar la pandemia que tanto daño sigue
causando a la humanidad.
Por ejemplo:
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