Por Félix Betances
Hasta
el momento el gobierno dominicano ha donado a Honduras y Guatemala unas 405 mil
vacunas las que unidas a 56,800 que acaba de regalar a Costa Rica, ascienden a
un total de 461 mil 800 unidades.
Nunca nadie
ha dicho que dar no es bueno, sin embargo, lo que sí es de evaluar es: qué dar,
cuándo dar y en qué circunstancias hacerlo.
A juzgar por la realidad actual, se entiende que el gobierno dominicano no está en condiciones de hacer donaciones en la forma alegre de como las hace, en el entendido de que no está regalando lo suyo sino lo que al pueblo le cuesta un gran sacrificio.
Explicando
para que se entienda: 1ro., el gobierno no tiene laboratorios que produzcan ese
rubro; 2do. El costo de cada unidad de vacuna oscila entre los 19 dólares y
3ro., un factor importante es que el gobierno no ha podido alcanzar la vacunación
de su propio pueblo ni siquiera en las dos terceras partes.
En la
compra de 40 millones de vacunas a razón de 19 dólares cada una, el gobierno habría
invertido la suma de 760 millones de dólares que calculados a la tasa actual de
cambio de 57X1; habría invertido la suma de unos 43,320 millones de pesos que
son pagaderos única y exclusivamente por el pueblo dominicano.
Sin
embargo, se percibe por doquier, que el gobierno carece de recursos económicos para
enfrentar los diversos compromisos presentes y futuros y que por tanto, está
enfrascado en aplicar una “Reforma Fiscal” o impositiva, la cual aún no se ha
definido, dejando entrever que hasta los propios incumbentes de dicho gobierno,
sienten una especie de nerviosismo ante su presentación a los sectores
populares de la nación.
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