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Personas transgéneros son discriminadas dentro y fuera de sus familias



Santiago, RD.

Discriminación, trato desigual, maltrato físico y verbal es lo que viven algunas personas pertenecientes a la comunidad LGBTQI+; quienes son catalogados como “diferentes” por sus preferencias sexuales y a veces por su color de piel, vestimenta, entre otras vertientes. Esto no solo es apreciado en República Dominicana sino en cualquier parte del mundo.

En el caso de Jean Carlos Sánchez, una mujer transgénero de 34 años que se hace llamar “Carla”, la vida se le ha tornado muy “difícil” por los maltratos físicos y verbales que dice sufrir por causa de su hermano “homofóbico” y consumidor de drogas.

“Yo temo por mi vida. He tratado de defenderme, pero él abusa. No tengo la culpa de ser así”, dijo con sus ojos llorosos en una entrevista con Listín Diario al recordar esos momentos traumáticos para ella.

Debido a esta situación, Carla ha tenido que buscar refugio en la casa de su abuela porque algunos de sus familiares no aceptan su personalidad.

“Mi mamá se mudó a parte y vive en otra casa. Mi hermano del medio y yo vivíamos juntos en la casa anterior y él me daba golpes sin razón, incluso hasta con bates y un colín (machete)”, explicó la mayor de tres hermanos.

Igualmente, esta asegura que pese a haber acudido a querellarse a la Policía Nacional del municipio de Navarrete en Santiago, lugar donde reside, fue “ignorada” por las autoridades quienes no tomaron medidas al respecto, obligándola a optar por mantenerse lo más alejada posible de este pariente.

“En el momento que pido auxilio no me hacen caso. Aunque sea como soy, ellos tienen que darme apoyo y no lo tengo. Quiero que Dios me de mi libertad, ya yo no aguanto esta presión”, manifestó la joven.

Carla narró que desde sus 13 años de edad comenzó a descubrir su sexualidad y, una vez en el médico, le explicaron que poseía más hormonas de mujer que de hombre.

Fuera del entorno familiar, esta chica transgénero también dice ser discriminada, un ejemplo que mencionó ocurrió al asistir a una funeraria, de donde fue sacada “simplemente” por su forma de ser y vestir. Con lo que confesó haberse sentido muy ofendida. A esto le agregó, que a veces sale a las calles y las personas la insultan y se burlan de ella.

“A todo el que tenga una familia que le meta terror psicológico y le hago daño, no se queden callados. Defiendan su honor y tengan el valor que yo he tenido. No permitan que nadie llegue a estos extremos, denuncien, defiendan esa personalidad que tienen”, enfatizó. 

Ámbito laboral

Otro caso es el de José Ángelo Rodríguez, mejor conocida como “Angie”, igualmente transgénero, quien cuenta que desde el año 2005 hasta el 2012 estuvo trabajando en el Ayuntamiento Municipal de Navarrete, lugar donde muchos la discriminaban por su físico y manera de hablar, además de excluirla de los círculos sociales y decirle que es una “vergüenza” para la institución.

“De hecho cuando entré al ayuntamiento el encargado de personal no me aceptaba. Decidí que al menos tenían que reconocerme por mi trabajo, por lo que decidí dar lo mejor de mí”, apuntó.

Otra de las anécdotas contadas, fue en un momento cuando mandaron a hacer unos uniformes y a ella no le entregaron ninguno por el hecho de que “no encajaba”.

Poco a poco Angie se fue involucrando más en la política, representó a República Dominicana en España en el año 2007, participó en la Escuela de Liderazgo Político LGBTI en el país en el año 2018; y es la “primera” mujer transgénero en participar en una precandidatura en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

“Actualmente planeo ‘venderme’ políticamente como regidora de Navarrete para 2024. Quiero ser la primera regidora del PLD de mi comunidad, esto porque ya hay un antes y un después”, dijo Angie con orgullo.

Aparte de eso, posee una agencia de viajes, ayuda a administrar la floristería de su mamá y es gestora migratoria.

“Cuando estaba en España me preguntaron por qué no me he cambiado el nombre. Y hay un detalle, en este país una persona puede cambiar su nombre, pero  no el género. Había muchas ‘trabas’, era mucho papeleo, cambiar la visa, el pasaporte, la licencia…Por eso decidí mejor quedarme así”, indicó Angie.

Al mismo tiempo, opina que la Constitución dominicana está muy “obsoleta” y que faltan muchas leyes a favor de la colectividad LGBTQI+.

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