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Por fin cortaron el árbol.





Por FELIX BETANCES.
“El Árbol”, es el título de una canción muy famosa, popularizada por el conocido artista cubano Roberto Ledesma en los años 60.
Sin embargo, el árbol al que nos referimos en este caso, es un centenario árbol de caoba criolla, el cual se había convertido en una amenaza pública, después de haberse secado y podrido parcialmente, en la entrada de la Fortaleza Vieja de Barahona y en un área comercial de importancia, donde cada día convergen decenas de personas.
Se había convertido en un clamor público hacia las autoridades para que fuera eliminado y así, evitar consecuencias lamentables, a lo que según se llegó a saber; éstas le tenían una especie de temor, debido a que en anteriores ocasiones, se cortaron algunos árboles de la misma especie, sin que a juicio de muchos, no quedó claro el destino de las maderas producidas.
Pero bien, lo importante es que el problema fue resuelto y que las maderas fueron llevadas al destino correspondiente, según comprobamos, lo que no deja lugar a ninguna duda.
Llama la atención en cambio, las debilidades con que nos manejamos en los medios sociales de nuestro pueblo; primero porque nadie quería atribuirse la responsabilidad de resolver el problema y ahora es, quienes se atribuyen haberlo resuelto; es decir, que ahora hay varios quienes quieren ser protagonistas, nada más que buscando pantallas.
Si Medio Ambiente asumió el compromiso, lo hizo muy bien y si contó con el apoyo de la Alcaldía, de los Bomberos, de EDESUR y de cualquier otra institución pública o privada, mucho mejor, lo que no se entiende es que quienes hicieron caso omiso o manifestaron miedo al principio, ahora estén buscando protagonismo.
Lo más importante de todo esto es, que se aprenda la lección y que las autoridades nuestras llámense como se llamen, entiendan que tienen compromisos sociales con la ciudadanía, que tienen que velar por ellos y estar dispuestas a cumplirlos, sin que para ello sea necesario que el pueblo tenga que hacer protestas, huelgas ni adoptar ninguna medida extrema, aupada por el desespero y la desatención.
Que se siga resolviendo, ya que no es  este el único problema que tiene Barahona y que se deje atrás la majadería.


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