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Mal manejo entre legisladores e instituciones, un ruido innecesario y peligroso.

 



Por Félix Betances

En pocas palabras se puede definir la situación que se ha venido presentando entre legisladores dominicanos; llámese “Senadores” y “Diputados”, frente a instituciones del Estado, en cuyos casos, no se entiende el porqué, de ese desagradable comportamiento, que sin lugar a dudas, afrenta la necesaria convivencia pacífica y armoniosa que debe existir entre los poderes del Estado.

Habrá que  conocer las razones que motivan esa actitud, quién comete las faltas y quién responde a dicha situación, y si esto se hace en forma ofensiva o actuando a la defensiva.

Lo que sí hay que destacar es, que cual sea la forma utilizada, deja mucho que desear, algo a lo que hay que ponerle mucha atención porque se estima como un enfrentamiento de los poderes fácticos; algo que no conviene al país.

Para citar solo dos casos: el primero fue la visita sin previa coordinación de una Comisión de Senadores que hace cierto tiempo, giró una visita al parque eléctrico “Punta Catalina”, donde por la forma en cómo llegaron, no se les permitió la entrada. El segundo caso fue la visita que recientemente giró una Comisión de la Cámara de Diputados a la Cárcel Pública de San Juan de la Maguana, donde tampoco hubo la debida coordinación y en consecuencia, tampoco se les permitió la entrada al lugar; causando esto un gran malestar, en ambos casos.

¿Acaso se creen “Todopoderosos” los legisladores dominicanos, que entienden que pueden aparecerse en cualesquier lugar sin previo aviso?

¿Acaso ignoran que cada institución tiene sus propias reglas, sus protocolos y su manejo?.

Se entiende que lo primero que debe haber para visitar a cualquier institución, es una coordinación de visita, de manera que se organice y autorice su recibimiento, pues no se trata de un Mercado Público.

Pero también es bueno saber si ellos en los referidos casos, han agotado el debido proceso y que a pesar de todo, se les haya negado el ingreso, pues de ser así entonces las cosas no andan bien.

No pueden ellos entrar a ningún lugar como “Pedro por su casa”; como dice el refrán, pero tampoco se les puede negar el derecho de visitar cualquier institución del Estado y mucho menos, si no hay nada que esconder.

Es de llamar la atención del señor Presidente de la República Luis Abinader, para preste la debida atención a la susodicha situación ya que esto podría producir un ambiente negativo e innecesario, sobretodo en estos momentos en que más necesita mantener la paz, el pueblo dominicano.

 

  

 

 

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