Cincuenta y cuatro países, en los que residen más de la mitad de las personas más pobres del mundo y que incluyen a diez de Latinoamérica y el Caribe, necesitan un alivio urgente de su deuda para evitar una gran crisis, según advirtió hoy el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).
Según un informe, si estos Estados no logran una reestructuración de la deuda se producirá un importante aumento de la pobreza y no se materializarán inversiones fundamentales para protegerse del cambio climático.
Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, El Salvador o Haití aparecen en esta lista, en la que también figuran países importantes de otras regiones como Ucrania, Egipto, Pakistán, Irak o Afganistán.
El grueso del listado, sin embargo, está compuesto por naciones del África Subsahariana, la región donde se aprecian mayores vulnerabilidades.
El PNUD avisa de que los rápidos cambios en los mercados financieros, en un momento de contracción fiscal y de subidas de los tipos de interés, están ahogando a numerosas economías en vías de desarrollo.
Como ejemplo, señala que 19 países están pagando ahora mismo más de 10 puntos porcentuales por encima de los bonos del Tesoro estadounidenses para financiarse en los mercados, lo que hace prácticamente imposible que accedan a fondos.
El PNUD defiende que los países ricos deben actuar, pues “tienen los recursos para terminar con una crisis de deuda” que, recuerda, “se ha deteriorado rápidamente en parte como consecuencia de sus propias políticas domésticas” que han disparado los tipos de interés y que han hecho que muchos inversores huyan de las economías en desarrollo.
“Los 54 países con graves problemas de deuda son hogar de más de la mitad de las personas más pobres del mundo y, sin embargo, representan menos de un 3 % de la economía global”, señaló en un comunicado el jefe de esta agencia, Achim Steiner.
Según Steiner, aliviar la deuda de estos Estados supondría sólo un pequeño esfuerzo para los países ricos mientras que el coste de no actuar es “brutal” para las personas más pobres del mundo.
“No podemos permitirnos repetir el error de ayudar demasiado poco y demasiado tarde a la hora de gestionar la carga de deuda de las economías en desarrollo”, insistió.
El llamamiento del PNUD llega justo antes de la reunión que mantendrán esta semana en Washington los ministros de Finanzas del G20 en el marco de los encuentros anuales del Banco Mundial y el Foro Monetario Internacional (FMI).
La agencia de la ONU pide que en esa cita se comiencen a negociar reestructuraciones de deuda con el fin de evitar que esta crisis se convierta en una crisis de desarrollo a largo plazo.
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