Por: Octavio Feliz Vidal, Terapeuta Familiar
Nunca he creído en lo fácil, los negocios que prometen
grandes ganancias no me atraen y lo que suena a muy fácil y provoca éxito lo
veo con desconfianza.
No me enseñaron a criar en la escuela, ni en la Universidad.
Parece que no es importante enseñar esto a los futuros padres.
Estudié Terapia Familiar y conocí montones de Marcos teóricos muy profundos, tan profundos que no perdían su tiempo en dar reglas de crianza. Ya finalizando mis estudios me sentía tener muchas herramientas para la Terapia Familiar, pero sentía ciertas lagunas en el tema de la crianza.
Una maestra española me introdujo a través de la literatura en la Disciplina Positiva, luego con mucho esfuerzo y a través de libros de autores como Jane Nellseen y Dreikurs, fui conociendo y aplicando esa forma de criar que no da pelas, ni golpes. Procura hijos responsables, respetuosos y recursivos con talentos y la aplicamos mi esposa y yo.
Fui entendiendo algunos puntos que la teoría no ha tratado mucho como el control emocional que hay que tener para evitar la ira y la rabia.
Cuando en su discurso de graduación del “Curso de Locución”
de la Escuela “Félix Betances” en Barahona, nuestro hijo “Octavito”, agradeció a Dios por sus padres;
dijo que éramos su regalo más preciado, agradeció su crianza que le había
enseñado a ser responsable, poner esfuerzo y amar a Dios; las lágrimas no se
contuvieron en mis ojos.
Podemos criar sin maltratar, respetando la dignidad de niños
y adolescentes. Se requiere conocer las técnicas y aplicarlas. Podremos lograr
ser como padres los héroes y heroínas de nuestros hijos e hijas.
Gracias Octavito, los padres nunca esperan menos, de los
hijos bien conducidos. ¡Siempre adelante!.
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